Desde 2013, el trabajo de The HALO Trust en Colombia ha devuelto la tranquilidad a las comunidades afectadas por el conflicto, especialmente por las minas antipersonal y otros artefactos explosivos. Gracias al apoyo de Estados Unidos y del pueblo americano, HALO ha podido realizar operaciones de desminado humanitario en los departamentos de Antioquia, Boyacá, Casanare, Meta, Valle del Cauca y Norte de Santander.
Los equipos de desminado financiados por el Departamento de Estado de Estados Unidos han destruido 800 artefactos explosivos en Colombia. Miles de personas de las comunidades se han beneficiado de estos proyectos, ya sea porque sus tierras fueron despejadas o porque obtuvieron oportunidades de formación y una fuente de ingresos estable a través del empleo con HALO.
Haciendo nuevas zonas seguras
El municipio de Campamento (Antioquia) es uno de los nuevos receptores de la ayuda al desminado humanitario patrocinada por Estados Unidos. Juan Pablo Torres, Alcalde de Campamento, reconoció que su municipio ha sido uno de los más afectados por el conflicto.
Por Un Mejor Futuro
HALO no sólo libera los territorios de minas antipersonal y otros artefactos explosivos, sino que también contribuye a la economía local y proporciona tranquilidad a los habitantes.
Etelvina Restrepo y Emiliano Forero forman parte de la comunidad indígena Waikaná del municipio de Puerto Lleras, departamento del Meta. Con la escalada del conflicto en Colombia, se vieron obligados a abandonar sus hogares, sin poder regresar durante varios años. Cuando por fin volvieron a casa, descubrieron aterrados que sus tierras estaban contaminadas por minas antipersonales. Pero gracias a la financiación de Estados Unidos, HALO trabaja mano a mano con la comunidad para eliminar estas peligrosas amenazas. Al emplear a la población local, nuestro trabajo también contribuye a revitalizar la economía.
Andrés Forero, hijo de Etelvina y Emiliano, expresó su agradecimiento al pueblo de Estados Unidos por ayudar a que su comunidad sea segura.
Apoyando a los sobrevivientes de accidentes con Minas Antipersonal
En 2002, Edgar Pérez era sólo un niño cuando fue herido por una mina antipersonal en el municipio de Arboledas, departamento de Norte de Santander. Este suceso cambió su vida para siempre, ya que tiene dificultades para caminar y sufre traumas psicológicos. Decidió mudarse de su casa, ya que le recordaba constantemente lo sucedido.
Hoy, gracias al apoyo del Gobierno de Estados Unidos, el municipio de Edgar está libre de minas antipersonal, incluida e área donde resultó herido.
Al igual que Edgar, muchos expresan su profunda gratitud por el apoyo del Gobierno de los Estados Unidos al proceso de desminado humanitario, que ahora les permite transitar y cultivar sus tierras sin temor.